CONTRASTES DEL POP ART: ANDY WARHOL. ESTRELLA OSCURA
- Ethan Calva
- 18 jul 2017
- 4 Min. de lectura
Desde los orígenes de la humanidad, el arte ha sido la expresión interpretativa de la realidad o de la ensoñación con los medios existentes. Por mucho tiempo se debatió qué función o ideales tenía que perseguir. Recién iniciada la segunda mitad del siglo XX, un dinámico artista procedente de una familia trabajadora de Pittsburgh emergió como la estrella oscura de la naciente sociedad de consumo de la posguerra: Andy Warhol.

Varias de las obras del influyente artista norteamericano, principalmente de las décadas de 1950 a 1970, han llegado a la Ciudad de México en la exposición Andy Warhol. Estrella Oscura, exhibida en el Museo Jumex. Esta exhibición había sido esperada por varios meses y señalada como una de las más relevantes del año para los capitalinos. Las grandes filas para entrar no son fortuitas.
La exhibición es amplia y muestra un panorama diverso de los intereses y campos de acción de Warhol. Fue curada por Douglas Fogle, en colaboración con el propio personal del museo. La intención es mostrar el desarrollo de la práctica artística del estadounidense mostrando el contraste entre la ilusión del consumismo expresado a través de colores brillantes y las catástrofes homónimas del mismo, en donde el ser humano es la materia prima e inspiración misma de las obras.
En tiempos en que aún era debatible si una obra artística reproducida masivamente conservaba su condición, Warhol hizo uso de recursos artísticos industriales como la técnica de la serigrafía para reproducir objetos tan emblemáticos como la lata de sopa Campbell’s o retratos emblemáticos, como los mundialmente famosos de Marilyn Monroe, Mao Tse-Tung o las expresiones opuestas de Jackie Kennedy (tristeza y alegría en medio de la fama y el glamour).
¿Qué era la fama para este artista? Juzgarlo como su retratista sería equivocado. Él encontraba en la repetición y en una amplia gama cromática de colores disímbolos una forma de encontrar una reflexión de humanidad en una industria publicitaria y de popularidad que se devoraba a sí misma para ser cada día más irresistible a los deseos del consumidor. Eran notorios los simbolismos, pero también el puro placer visual en sus composiciones.
Los degradados y variaciones en las serigrafías pueden ser reflejo de los tiempos altamente cambiantes y dinámicos que Warhol percibía. El observador cuidadoso encontrará un sinfín de detalles que van cambiando de una reproducción a otra. Entonces, los retratos o grabados seriados-entendidos como una copia igual del otro-, son una mera ilusión. El tiempo cambia cada detalle, y por eso en una sola obra puede encontrarse la transición de la gloria vistosa y el fetichismo hacia una decadencia oscura que rescata impulsos olvidados.
Ejemplos de lo anterior son la propia deconstrucción de la lata de sopa Campbell’s, que fuera de su cubierta revela un metal nebuloso de intensas terminaciones oscuras y grisáceas, o la obra en gran formato de los labios de Marilyn Monroe reproducidos una y otra vez, desde la sensualidad carmesí hasta el descuido de trazos oscuros que parecen absorber el objeto del deseo mismo. Ambos se encuentran exhibidos en el tercer piso del museo.
Como contraparte a sus obras más conocidas o a las altas paredes de los pasillos cubiertos con un tapiz de una vaca reinterpretada por él mismo, se encuentra una muestra de su colección “Desastres”. Quien las viera por primera vez, podría pensar que no se tratan del mismo artista. Estos son negativos editados o serigrafías hechas a partir de fotografías encontradas en los periódicos. Con esto, Warhol buscaba expresar estas catástrofes anónimas que ocurrían a la par de la realidad creada por la industria del consumo.
Dichos desastres son accidentes, suicidios, fotografías de la silla eléctrica, escenas de protestas raciales, entre otras. Su interés por las publicaciones de los periódicos o de los medios masivos despertaron el deseo de reinterpretar estos instantes a su modo con ciertos colores para resaltar detalles o con técnicas de granulado. Su trabajo, sin duda, obedecía a principios estéticos que él mismo buscaba, pero también a hacer menos dolorosas esas experiencias a partir de la repetición y asimilación de esa realidad.
A estas obras, se añade un piso destinado a algunas de sus obras cinematográficas, el cual fue el paso después de su hartazgo del arte pop de la década de 1960. Estas son filmaciones de larga duración de personas o determinadas actividades, filmadas en blanco y negro, con tomas fijas y sin una secuencia narrativa más allá de la pura documentación de los detalles. Se exhiben simultáneamente cuatro de estas para que el espectador pueda apreciar la que más desee.
La última parte corresponde a sus años dentro de la naciente escena underground de finales de esa misma década, en la que colaboró con otros artistas, principalmente músicos, como Lou Reed. De aquí salió su emblemático trabajo para la portada de The Velvet Underground & Nico, uno de los más influyentes de la historia de la música moderna. Además, se rescata una pequeña muestra de los famosos globos plateados en forma de estrella.
El Museo Jumex ha adoptado mayores medidas de seguridad con esta exposición: la entrada es rigurosamente controlada y no se permiten fotografías dentro de la exhibición. Esta gran muestra de pop art está abierta desde el 2 de junio y hasta el 17 de septiembre de este año. El recinto se ubica en Miguel de Cervantes Saavedra 303, colonia Granada. Los horarios son de martes a sábado de 11:00 a 19:00 horas y los domingos, de 11:00 a 16:00 horas con entrada libre.
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